El verano agota sus días en Constantina y comienza el fin. Septiembre hace acto de presencia en esta villa y la devoción mariana es honrada por las calles de nuestro pueblo.
En esta ocasión, visitó las calles del barrio del Pozuelo y sus aledaños, acudiendo a cada rincón portada por sus devotos vecinos.
Tras la Santa Misa, celebrada en la Plaza del Pozuelo, la Virgen continuó con su paseo, llegando a una callecita estrecha, escondida tras las casas de Carnicerías. La calle Izquierdos esperaba ansiosa su llegada y, entre sus vecinos, allí se encontraba la Hermandad de la Amargura, en plena sede establecida, con sus puertas abiertas de par en par, como una más, para recibirla a Ella. Junta de Gobierno, Camareras y Grupo Joven llenaron la Casa Hermandad de Izquierdos nº 7 para hacerle entrega de un ramo de flores y pasearla por su calle. La casa de todo hermano se presentaba acicalada para la ocasión, adornada sus ventanas con macetas y flores, con una guirnalda de luces y con un recién estrenado rótulo cerámico. Allí, se entonaron cánticos a la Patrona. Salves y oraciones elevadas a Ella, entre vítores salidos de puros corazones amarguristas.
La Hermandad de la Amargura se unía al festejo de la tarde, donde la devoción mariana se congregaba en una sola advocación, en una sola Madre.
Finalmente, mientras Robledo se marchaba por donde llegó, la Casa Hermandad continuó abierta pasando una velada de convivencia recordando lo vivido hasta que, finalmente, las puertas se cerraron, esas que no volverá a abrir para tal efeméride hasta dentro de unos años.
*NOTA: En los próximos días se publicarán fotografías que reflejen lo vivido.
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