
Si bien es cierto que el viernes se presentaba algo más "tranquilo" en el que los más pequeños -entre ellos nuestro Grupo Infantil con el baile que nos deleitaron- fueron el centro de atención de la noche, el sábado se presentó con un tumulto de vecinos y foráneos preparados para el ambiente de fiesta.
Sobre las diez de la noche del viernes, empezaban a llegar los primeros fiesteros, aprovechando la tranquilidad de la noche para degustar la enorme variedad de tapas que se suministraba y entretener a los más peques con la colchoneta hinchable que el Grupo Joven instaló en la plaza durante los dos días, o probar un helado o dulce.
A las diez y media, unos nerviosos Guindillas tomaban la plaza para divertirnos con un baile homenaje al triunfo de nuestra selección de fútbol. Con el transcurso de la noche, empezaba a aumentar el gentío, respirándose siempre, un ambiente calmado pero confortable.

Un ambiente formidable para una noche aún mejor, del que solo nos queda agradecer a todos aquellos que lo han hecho posible porque siendo conscientes de los tiempos que corren no han impedido tirar por la borda el buen sabor de boca con el que hemos quedado todos los allí presentes.
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