El pasado 26 de julio quedó, oficialmente, inaugurado el año de actos con motivo del Cincuenta Aniversario de la talla de Nuestra Señora de la Amargura.
A continuación, y como todos los presentes deseaban, se descubrió la obra pictórica que el académico Don Luis Álvarez Duarte ha pintado con motivo del cincuenta aniversario de su talla. En la misma, se puede apreciar la cara de la dolorosa sobre fondo blanco y tul azul, acompañada por unos jazmines de fidedigna reproducción. En el pecho de la Virgen, la Medalla de Oro de la Ciudad de Constantina tendiendo cerca todo el pueblo que a Ella se encomienda. El académico, explicó cómo había desarrollado el cuadro para el que no ha necesitado ninguna fotografía de referencia, pues expuso que “la Virgen de la Amargura está siempre presente en su cabeza y en su corazón”.
Por último, se procedió a dar la lectura del informa motivador por el que se nombra a Don Luis Álvarez Duarte Hermano Honorario de nuestra Real Hermandad. El Hermano Mayor Don Andrés Marín Sánchez hizo entrega de dicho título al insigne imaginero que demostró su agradecimiento y su cariño a esta Corporación. En sus palabras, dejó una vez más, su humildad a pesar de su grandeza artística y su entrega a su Virgen de la Amargura. El Hermano Mayor pronunció un breve discurso transmitiendo la importancia que el artista tiene para la Hermandad también como persona. Nuestro Excelentísimo Alcalde Don Mario Martínez, dedicó unas palabras de agradecimiento y congratulación a Nuestra Hermandad y al académico, Don Luis Álvarez Duarte.
Sin más, se dio por finalizado el acto no sin antes rezarle la Salve a Nuestra Señora de la Amargura. Esta oración se hizo en honor de los heridos y fallecidos en el accidente ferroviario recientemente acaecido con el fin de que sea Dios quien les ilumine hacia el consuelo.
Sin más, se dio por finalizado el acto no sin antes rezarle la Salve a Nuestra Señora de la Amargura. Esta oración se hizo en honor de los heridos y fallecidos en el accidente ferroviario recientemente acaecido con el fin de que sea Dios quien les ilumine hacia el consuelo.
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