Es habitual que en estos treinta días las iglesias se tiñan de negro para acoger el sentimiento de luto que apareja la muerte de una persona. Nuestros Sagrados Titulares también colaboran a la creación de este ambiente fúnebre y desde la Capillita del fondo de la Parroquia, la Virgen María recoge las lágrimas de dolor que sus hijos derraman por la ausencia.
Y como en aquel Monte Calvario en el que su Hijo expiró para resucitar después, María aparece vestida con hábito negro que refleja la oscuridad de una vida que se escapa de sus manos y un dolor que penetra como siete puñales en su pecho. Así es como podemos ver a Santa María de la Amargura y a la Madre Santísima de la Soledad en este mes en Constantina.
Nuestra Señora de la Amargura está ataviada con una saya de seda brocada en color negro, la cual, perteneció a la antigua imagen de Nuestra Señora de la Soledad. A la cintura, se ajusta un cíngulo de encaje de oro con pedrería roja sobre el que se ha colocado una cotilla hecha con bordados del traje de torear de Carlos Arruza. El bello rostro de Nuestra Virgen se enmarca con un rostrillo de tisú de oro y seda en color beige, con un encaje de concha de hojilla. Así mismo, el manto que luce Nuestra Señora es de terciopelo negro. La bendita imagen queda tocada con la corona de camarín, la cual fue adquirida gracias a la suscripción popular del pueblo de Constantina llevada a cabo por las Camareras en los años 70.
En sus manos, la Virgen sostiene un pañuelo de Chantillí y dos rosarios, uno de oro y otro realizado en madera oscura. En su cuerpo luce un exvoto de plata con forma de corazón con las iniciales “GR” (Gracia Recibida) y un pequeño broche de oro con piedras rojas y perlas.
Nuestra Señora de la Soledad viste una saya de terciopelo de color verde botella bordada por Carlos Corral y cubierta por un manto del mismo material y de color negro. El rostrillo que luce es de encaje de técnica mixta, es decir, realizado mediante blonda más aplicaciones. En las manos, la Virgen sostiene un pañuelo de tul con encaje de valencié y un rosario de plata.
En su pecho, destaca el puñal de plata sobredorada, obra de Jesús Domínguez, el broche de oro con la inscripción de Soledad, aludiendo a la advocación mariana y titular de nuestra Hermandad, y las dos estrellas que porta siempre. Nuestra Señora, como es habitual, queda coronada por una diadema de plata sobredorada realizada por el autor citado en líneas superiores.
Como podemos deducir de la lectura del artículo y de las fotografías, nuestras Titulares lucen maravillosas a la par que humildes y sencillas en nuestra Capilla, adaptadas al tiempo luctuoso en el que estamos, esperando recibir las oraciones de quienes se agarren a la fría reja para pedir por quienes se fueron un día al descanso eterno.
El Grupo Joven de la Hermandad de la Amargura quiere agradecer al Cuerpo de Camareras y a Carlos Rodríguez Sánchez la bella labor que realizan, adaptando a Nuestras Titulares Marianas al color que impera en la iglesia en cada fecha, y os queremos felicitar por el resultado obtenido, pues no es fácil la tarea.
** Próximamente en la sección "MOMENTOS INMORTALIZADOS" podréis visualizar las fotografías que dan muestra de lo dicho.
2 comentarios:
EN EL NOMBRE DEL GRUPO DE CAMARERAS Y EN EL MIO PROPIO OS AGRADECEMOS ENORMENTEN ESAS PALABRAS DE RECONOCIMIENTO DE NUESTRA LABOR, Q NO ES MAS Q NUESTRA OBLIGACION Y NUESTYRO PRIVILEGIO. UN ABRAZO MUY FUERTE.
CARLOS R.S.
No hay nada que agrdacer. No podemos hacer menos que elogiar vuestro trabajo. Os agradecemos que cuideis de nuestros queridos Titulares como nadie.
Beatriz Cobo Rossell
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