En la noche del pasado miércoles tomaban tierra madrileña nuestros hermanos, Beatriz Cobo Rossell y Andrés Manuel Marín Méndez donde se unían a miles y miles de peregrinos venidos de todo el mundo dispuestos a convivir y disfrutar de todas las actividades preparatorias y de formación que la organización de las JMJ tenían preparadas.
Durante cuatro días han participado de la celebración de bienvenida del Santo Padre, así como en catequesis de formación presididas por distintos obispos.
El viernes se embriagaron del recogimiento que todos los congregados mantenían durante la celebración del Vía-Crucis de Recoletos, donde la Cruz que el Beato Juan Pablo II regalara a los jóvenes, fue portada por diversos colectivos estación por estación hasta llegar ante la Virgen de Regla, llegada desde la capital hispalense para ser la presidenta del acto y a la que Benedicto XVI le dirigió la oración de clausura del acto.
Seguidamente, se unieron a toda la sevillanía que se congregó en torno a la Madre de los panaderos en su procesión de regreso a la Iglesia del Carmen, donde residió durante su estancia en la capital española.
El sábado comenzaba con la visita a la feria de las vocaciones y a la fiesta del perdón en el emblemático Parque del Retiro, donde se encontraban multitud de stands donde las diferentes órdenes religiosas se abrían al mundo para mostrar su actividad y dedicación al prójimo.
En la tarde, Cuatro Vientos recibía a casi dos millones de peregrinos para celebrar la vigilia con el sucesor de Pedro ante la majestuosa custodia de Arfe. Fue impresionante el ambiente de recogimiento, respeto y devoción que se respiraba durante el acto, que ni las fuertes lluvias pudieron detener.
Toda una noche de oración y convivencia se presentaba, en la que pudieron entablar amistad con alemanes, italianos, ingleses, mexicanos o canadienses, pudiendo intercambiar distintos objetos para inmortalizar los días. Varias estampas de nuestros Sagrados Titulares estarán ahora repartidas por los cinco continentes.
Al alba se despertaba Cuatro Vientos para comenzar los preparativos para hacerse partícipe de la Santa Misa de clausura que presidiría el Papa, donde fue bendecida la Cruz pectoral que el Grupo Joven regalara a Nuestra Señora de la Amargura en el segundo día del Triduo Itinerante en los días previos a las Jornadas Mundiales.
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Aprovechamos para agradecer pública y sinceramente el trato y acogida de la familia Muñoz-Mejías y a algunos feligreses de la Parroquia Virgen del Cortijo que nos han hecho parte de su familia durante nuestra estancia en Madrid.
*NOTA: En la sección "Momentos Inmortalizados"podréis acceder a una selección de fotografías de las JMJ.
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