Desde el pasado lunes, 4 de Febrero, nuestras Titulares marianas visten el atuendo de Hebrea.
Como cada ciclo que se repite una y otra vez y que cuando pasa parece que nunca volverá a llegar, la Cuaresma se acerca un año más y nuestra Hermandad se prepara para la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, comenzando por ataviar a la Virgen, tal y como esta tierra nuestra acostumbra a hacer, de una forma más humana y con una mayor sencillez. Una Cuaresma más, la Santísima Virgen María vestirá sus ropajes de hebrea.
Nuestra Señora de la Amargura estrena un terno nuevo, formado por una saya en terciopelo color guinda, donada por un hermano y un manto en raso de seda azul francia con vuelta en el mismo material de color blanco, donado por N.H.D. Francisco Marín. Se completa con un fajín ejecutado por la Camarera Honoraria del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, Dª. Margarita Fernández, con distintas telas antiguas de la Hermandad y de hermanos allegados, siguiendo el diseño de Carlos Rodríguez y con partes bordadas por el miembro más joven del Taller de Bordado de la Hermandad, Marco Barbe. Tocada con un rostrillo realizado con un paño de pureza del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y aro de estrellas en plata. Se completa con un rosario de filigrana de plata, donado por una hermana de la Comunidad Mercedaria, miembro de la Hermandad y pañuelo antiguo de organdi bordado y encajes de valenciem.
Por su parte, Nuestra Señora de la Soledad viste saya y manto en terciopelo morado con vuelta en raso de seda blanco, rostrillo en lamé de oro y plata y fajín de raso de seda a rayas con flequería del mismo material. Aparece tocada con la diadema de salida y en su mano coge un pañuelo de tul y encaje de valenciem, corona de espinas y un rosario en madera de naranjo, traído desde Tierra Santa por nuestro anterior directo espiritual y actual Párroco de San Bartolomé de Carmona, el Rvdo. Sr. D. Miguel Ángel López Becerra.
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