Un año más, la Hermandad de la Amargura le abre las puertas de su casa a la Madre del Robledo un quince de Agosto.
Desde tempranas horas de la mañana, la Iglesia de San Juan de Dios se mantenía abierta a toda su feligresía con un templo exornado con hermosas flores para la ocasión. Muchos fueron los devotos y curiosos que, mañana y tarde, acudieron al templo y otros tantos de hermanos que se reunían en las dependencias anexas para echar un rato de convivencia de los que gustan en esta Hermandad.
Mientras San Juan de Dios se mantenía abierta al culto, una representación de la Junta de Gobierno, con su Hermano Mayor al frente, acudían a la Función Principal de Nuestra Señora, María Santísima del Robledo Coronada en la Parroquia Santa María de la Encarnación.
Transcurrida, casi, la jornada de veneración a la Virgen, la Patrona de Constantina salía en su habitual procesión por las calles de su pueblo acompañada por representaciones de todas las Hermandades y Corporación Municipal.
Respirándose un aire de festejo en el municipio, la Capilla de la Hermandad de la Amargura continuaba con sus puertas de par en par esperando la llegada de la Soberana Virgen del Robledo. Al llegar la representación de esta Corporación Nazarena se salió del cortejo para, con estandarte en mano y arropados por todos los colectivos de la Hermandad, recibir, saludar y venerar a la Virgen del Robledo.
Mientras la Patrona reviraba para ponerse cara a cara con Nuestra Señora de la Amargura, el Señor Cura Párroco acompañados del Hermano Mayor de la Hermandad Pontificia y de su Diputado Mayor de Gobierno, se adentraron en el interior del templo para mantener unos minutos de oración ante las plantas de la Virgen de la Amargura.
Arriado el paso, se le hizo entrega de una ramo de flores y se procedió al canto de la Salve para que, finalmente, bajo sones de Hosanna in Excelsis, enfilara Mesones abajo en busca de su casa de verano, la Parroquia.
Un día lleno de encanto y alegría para nuestra Hermandad que se une a la festividad que la Virgen del Robledo viene sembrando en Constantina desde tiempo inmemorial.
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