Es evidente que la festividad del Corpus está volviendo a resurgir y a recuperar el fervor de antaño. Clara prueba de ello, es el numeroso público que acudió a la cita, así como la gran cantidad de fieles que arropaban al Santísimo, que fue portado en las parihuelas de María Santísima de la Esperanza.
Constantina se mostraba engalanada para la ocasión, con gran parte de sus balcones adornados con colgaduras y espigas de trigo, y algunas de sus calles presentaban altares que esperaban la llegada del Santísimo. Entre los altares elaborados por las Hermanas Mercedarias y otro por la Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores en el Pozuelo, se encontraba un tercero en la céntrica plaza de Nuestra Señora de la Amargura, organizado por Nuestra Hermandad. El Altar presentaba la mesa de altar que presidiese en su día el Convento de Santa Clara, sobre la que se encontraba el pan y el vino, simbología del Cuerpo y Sangre de Cristo. En la parte trasera de montó un templete a tres
alturas en la que se encontraba la antigua Custodia de la Parroquia de Santa María de la Encarnación, que albergaba la Reliquia Ex-vestis de Santa Ángela de la Cruz, respaldada por dos juegos de candelabros y flores primaverales. Todo el conjunto se encontraba sobre moqueta roja exornada con romeros y pétalos de rosas, presidida por dos faroles de mano.
El Santísimo hacía acto de presencia a la concurrida plaza bajo sones de Coronación de la Macarena, interpretada por la Banda Municipal de Alanís. Acto seguido, se procedió al rezo y canto a la Sagrada Forma ante el Altar.
Fue un día alegre y pintoresco en la ciudad serrana, gracias a la colaboración y participación de todos sus vecinos y feligreses.
*NOTA: En la sección "Momentos Inmortalizados" podréis encontrar una selección de fotografías que recogen el transcurrir de la Procesión.
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