El Grupo Rihuelo ambientó bastante la noche con sus rumbas y sevillanas, haciendo despertar al públicó que allí se encontraba. Pero, sin duda, lo que más atractivo resultó para todos, fue la participación de la Charanga, que se encargó de pasearse por todo el municipio
para espabilar a todos aquellos que no tenían intenciones de acudir y arrastrarlos hacia la Velá, donde formaban una piña con el público, ambientando sobremanera aquello.
Obviamente, al ser la primera, se han escapado leves detalles insignificantes, que para los años venideros se tendrán en cuenta, pero, por lo demás, ojalá salgan todas como esta.
Todo el esfuerzo, tiempo y dinero empleado para este evento han sido satisfechos con los resultados obtenidos, y todos los que asistieron han quedado conformes con lo que se encontraron. CHAPÓ para la Hermandad de la Amargura.