El pasado 11 de octubre de 2011, el Sumo Pontífice Benedicto XVII publicó la Carta Apostólica Porta Fidei con la que se convocaba el Año de la Fe en 2012. Comenzó el jueves 11 de octubre, coincidiendo con el L Aniversario del Concilio Vaticano II y finalizará con la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo el 24 de noviembre de 2013, aprovechando la celebración de los XX años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica del Beato Juan Pablo II.
El Año de la Fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Es una ocasión para profundizar en Cristo y en su Iglesia y para reflexionar sobre el verdadero sentido de la vida. Jesús nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra, por eso es necesario un compromiso eclesial mas convencido en favor de una nueva evangelización y redescubrir así la alergia de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. La fe, en palabras del Sumo Pontífice, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y comunica, como experiencia de gracia y gozo. Como afirmó San Agustín, los creyente se fortalecen creyendo.
La fe, precisamente al ser un acto de libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. Los cristianos estamos obligados a evidenciar esta dimensión pública de creer y anunciar a todos sin temor la propia fe. Esta comunidad cofrade es el balcón propicio para proclamar la vigencia de nuestra fe al mirarnos siempre en el espejo de humildad de Jesucristo ¡No tengáis miedo!
La fe ha cambiado la historia. Por fe María recogió la palabra del Arcángel para ser la Madre de Dios y permanecer a su lado hasta el Calvario. Por esa misma fe, saboreó los frutos de la Resurrección de Cristo y los transmitió a los Doce Apóstoles en el Cenáculo al recibir al Espíritu Santo. Por esa misma fe, los Apóstoles siguieron al Maestro viviendo en Comunión con Jesucristo y atendiendo las necesidades de sus hermanos. Por fe los mártires entregaron su vida perdonando a sus ofensores y, por la misma, los hombres y mujeres han consagrado su vida al Señor para vivir en la sencillez evangélica. También por fe las familias han confesado la belleza de seguir a Cristo para dar testimonio en su cotidianidad, y por fe formamos parte de esta Hermandad, llamados por la promoción del culto a Nuestro Señor Jesucristo, a su Madre y Santa Ángela de la Cruz. ¿Qué estás dispuesto a hacer por fe?
En la actual situación de necesidad hemos de aunar la fe con la caridad y dedicar nuestra vida a obrar con amor junto al que está solo y marginado pues en el está el verdadero rostro de Dios, como señaló San Mateo «Cada vez que los hicisteis con uno de estos, mis hermanos pequeños conmigo lo hicisteis» (Mt, 25,40) .
Así pues, Hermanos, que la palabra del Señor siga avanzando y sea gratificada. Pedimos que este año fortalezcas nuestra relacion con Cristo salvando las pruebas que nos mandas para lograr la autenticidad de nuestra fe, estas pruebas que nos permiten conocer que el misterio de la Cruz es el preludio de la alegría y de la esperanza. Como concluye Benedicto XVII en su Carta Apostólica «Confiemos en la madre de dios proclamada bienaventurada porque ha creído en , este tiempo de gracia».
Beatriz Cobo Rossell
*NOTA: Para todo aquel interesado, en el lateral de esta página podrá acceder durante todo el Año de la Fe a la Carta Apostólica "Porta Fidei" del Sumo Pontífice.
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