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Bienvenidos al Blog Oficial de la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, Nuestra Señora de la Amargura, Santo Entierro, Soledad y Santa Ángela de la Cruz de la ciudad de Constantina, con sede en la calle Izquieros y establecida canónicamente desde el 30 de abril de 2011 en la Iglesia de San Juan de Dios.

Este Blog fue creado, en su origen, para transmitir las actividades del anterior Grupo Joven y sirviese de punto de encuentro y unión para todos los jóvenes de nuestra Corporación. No obstante, vuestro continuo seguimiento y la gran aceptación que ha sabido alcanzar, han hecho que evolucionara en sí mismo y sea ahora el centro de transmisión por excelencia del día a día de esta nuestra gran Hermandad.

Salve a Nuestra Señora de la Amargura

lunes, 2 de mayo de 2011

Todo cambia


Beatriz Cobo Rossell

La Semana Santa se ha acabado. Una Semana Santa más se nos ha ido de las manos sin apenas darnos cuenta, con la celeridad que marcan los tiempos que corren, con la ralentización propia de la presencia de Jesucristo y de su Madre en la calle. Pero, ¿ha sido una Semana Santa más? ¿Hay dos Semanas Santas iguales? Debemos dar respuesta desde varios puntos de vista.
En primer lugar, la fecha marca un punto de distinción importante. Este año el Domingo de Ramos ha sido el más tardío de los que podía haber caído, de hecho, no volverá a repetirse hasta finales de la presente centuria. Ello provoca, en principio, una mejor temperatura, pero hemos de dejarlo en un mero principio, puesto que este año el frío ha sido la nota característica junto a la lluvia.
Después, desde la óptica de lo estético, el exorno de las imágenes y de los pasos cambia año a año. Los claveles se sustituyen por rosas, las rosas por claveles, vienen flores de Sudamérica, de África; los colores también cambian dejando los blancos por rosas, el rojo por morado, o tal vez al revés. Además, no solo en las flores se nota el cambio. Las imágenes, en especial, las Dolorosas, optan por unas sayas de distintos colores, unos mantos u otros, rostrillos de distintas forma, etc. Todo cambia.
Siguiendo por la Cofradía, también cambia el número de nazarenos, incrementándose con mayor suerte, la incorporación de nuevas insignias, el acompañamiento musical, y un largo número de detalles que se escapan de la vista de quien escribe.
 Pero, ¿es eso lo realmente importante? ¿Esos cambios son los que transcienden en Semana Santa? La verdadera transformación tiene que traer causa cuarenta días antes, cuando tenemos que hacer el propósito de mejorarnos y de vivir conforme a las directrices que nos dejó Cristo reflejadas en los Evangelios. De esta manera podremos lograr una Semana Santa más intensa e íntima, lejos de cualquier frivolidad y banalidad.
Este es el primer cambio, pero hay otros que afectan igualmente. Son aquellos que provocan los que se marcharon un día por la puerta del Robledo para comprobar la Paz de Dios. Su marcha cambia la vida del que se queda, sobre todo, si se vivía la Semana Santa con ellos. La abuela que planchaba la túnica de nazareno y preparaba las torrijas, el tío que te acompañaba a ver todas las Capillas, la madre que rezaba contigo para prepararte una Cuaresma más intensa, el padre que iba contigo a la Hermandad para montar el paso y una larga lista de actividades que esta Semana Santa habrán quedado huérfanas.
De esta forma, se puede afirmar que no hay dos Semana Santas iguales aunque a primera vista lo parezca. Por eso, habrá que analizar la Semana más grande del año para saber qué es lo que ha cambiado y cómo nos ha cambiado.
Constantina, 25 de Abril

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