Constantina en Navidad. El pueblo se esfuerza en vivirla intensamente, se adorna y espera la visita de amigos y familiares, la sierra está preciosa y ese ambiente tan nuestro del paso del otoño al invierno flota en el ambiente. Este es un periodo de tiempo que invita a la paz y a la tranquilidad, al conocimiento del espíritu y al cultivo de la amistad.
Muchas personas y familias intentan vivir estos días así, pero la realidad de la situación socio-económica que atravesamos no es precisamente terreno para ello. Llevamos unos años en esta crisis que abraza toda nuestra vida, está situada en todas partes y el futuro que nos pronostican es todavía peor. Hace pocos días los medios de comunicación daban la noticia de que en España “unos diez millones de personas viven en situación de pobreza relativa, con unos ingresos de 500 euros al mes, y otros dos millones en pobreza severa, con solo 300 euros al mes”.
La noticia es tremenda, solo hay que pensar en las cifras que nos presenta, y si somos capaces, ponernos en esa situación, intentar vislumbrar como será la vida de esas personas y familias en el día a día. La crisis afecta a todos, es cierto – pero sin duda – a unos más que a otros. Y en esos otros es donde debemos fijar nuestra atención, porque los hay en nuestro pueblo, porque son nuestros paisanos, porque son amigos y familiares, porque son personas y familias que lo están pasando muy mal. Al comienzo apuntábamos el marco espléndido de Constantina en estas fechas, pero esta realidad humana y social nos lo vuelve triste y oscuro. Esta situación que exponemos y que es la que nuestro Grupo de Cáritas Parroquial está tratando y viviendo, no la presentamos con intención de “aguar las fiestas” sino con el sano ejercicio de la reflexión en el marco de la realidad.
Era costumbre para nosotros, en estos días, salir a pedir, a solicitar la caridad casa por casa en las calles de nuestro pueblo. Ya nos han preguntado en diversas ocasiones que sucede que no lo estamos haciendo, la respuesta es rápida y sencilla: “no nos atrevemos a hacerlo”. No sabemos si a la puerta que estamos llamando le hace falta a la familia más que dar, recibir. La crisis está golpeando en todas las casas, aunque como decíamos antes, no a todas por igual.
Los recursos que disponemos son escasos y los casos a los que tenemos que atender van creciendo en número, nuestras cuentas bancarias descienden y la imposibilidad de prestar una ayuda a las familias y personas afectadas va surgiendo cada día más.
Esto nos ha llevado a pensar en volver de nuevo a la calle, pero a la inmensa calle de Internet, que llegará a cualquier lugar donde habite una persona nacida en Constantina y que tenga posibilidad para ayudarnos. Para nosotros es una nueva manera de acudir a la generosidad y tenemos la ilusión y la esperanza, como os decíamos al comienzo, que esta llamada tenga su respuesta y podamos ponerle algo de alegría a estos señalados días.
Para todas las personas que deseen colaborar desde cualquier lugar del mundo pueden hacerlos a través de nuestras cuentas:
2106-0205-10-0002720035 de CAJASOL
2100-4419-60-0200042105 de LA CAIXA
Agradecemos a todos los que lean este comunicado Nuestros Mejores Deseos para estos días y que Dios les ayude en su vida en este nuevo año.
Un saludo afectuoso.
Grupo de Cáritas Parroquial de Constantina.
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