Donado por algunos hermanos, cada uno de nuestros Amantísimos Titulares presenta un cuidado adorno acorde con las fechas que se presentan. Flores de Pascua, muérdagos y demás flores típicas de estas fiestas dignifican a Cristo y a su Santísima Madre.
Asimismo, la Mesa de Altar presenta un centro con un cirio de Pascua y a la derecha de la escalinata del presbiterio se ha instalado un diorama con el misterio de la Sagrada Familia. Las figuras, cedidas para la ocasión, datan del siglo XVIII, realizadas con pasta de papel y basadas en las imágenes de la Roldana.
A todo esto, se le suma un cuidado repertorio de villancicos corales, propios para elevar el espíritu que hacen de la Iglesia un magnífico lugar para la oración y la adoración del Niño que en pocos días habrá de nacer.
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